La Asamblea General de las Naciones Unidas decidió en 1985 invitar a los gobiernos a celebrar todos los años, el 5 de diciembre el Día Internacional de los Voluntarios para el Desarrollo Económico y Social, y a adoptar medidas para que se cobre mayor conciencia de la importante contribución que aportan los voluntarios a la sociedad y de este modo favorecer estas actitudes de solidaridad y cooperación en la población general.
«Los voluntarios: primeros en actuar. Aquí. En todas partes», es el lema de la campaña para el Día Internacional de los Voluntarios que este año es un reconocimiento a la solidaridad de los voluntarios que responden a las llamadas en momentos de necesidad, contribuyendo a salvar vidas hoy y apoyando a aquellos que quieren seguir viviendo con dignidad mañana. Este año, el Día Internacional del Voluntariado promueve las contribuciones de los voluntarios a nivel local, nacional e internacional y utiliza el hashtag #VolunteersActFirst.
Desde la Fundación, queremos felicitar a todos los voluntarios y voluntarias que cada día aportan su granito de arena para mejorar la calidad de vida de las personas aquí en España y en otros países.
Un agradecimiento especial se merece el equipo de Mucho + que Voluntarios de la Fundación SoyComotu que aportan su sensibilidad e inteligencia en los proyectos en los que se encuentran implicados. En ocasiones, su generosidad es extrema, como es el caso de muchos de estos voluntarios que para luchar contra el estigma asociado a los problemas de salud mental, ofrecen su testimonio, hablando de su proceso de recuperación de la salud y de cómo el hecho de ser voluntario les ha ayudado a mejorar su calidad de vida.
A continuación, se presenta uno de estos testimonios:
VOLUNTARIADO: AYUDAR AL OTRO = AYUDARTE A TI
¿Voluntaria? Realmente nunca lo pensé como una posibilidad. De jovencita, mi mejor amiga siempre hablaba de que cuando fuese mayor se iría a otro país a ayudar a la gente. Yo pensaba que no me iría a ningún sitio, que eso no era para mí, a pesar de sentir siempre alegría cuando el de al lado estaba bien.
Viví dormida durante muchos años, con una gran imaginación y muchos sueños, así que las posibilidades, los trenes, la realidad pasaban delante de unos ojos que miraban pero que no querían ver. EL MIEDO… pegado a mí como mi sombra.
El estigma en mí siempre ha sido enorme, aunque yo ni lo sabía. En casa había un familiar con diagnóstico de enfermedad mental grave y se vivió con mucha negación y desconocimiento. Yo misma, siempre he tenido problemas de salud mental, relacionados con el MIEDO, un miedo exagerado e irracional: el miedo a sufrir y a ver sufrir, a la soledad, al rechazo, a que no me quieran, a que me abandonen, a las enfermedades, a depender emocionalmente, a no controlar, a la locura, a que las cosas se acaben, a no poder dar marcha atrás, miedo a decir no, a enfrentarme a los demás, miedo a sentir emociones negativas, miedo a lo diferente, a tener que elegir, miedo a ser Yo, incluso miedo a disfrutar, a estar feliz y a sentir.. en fin miedo a VIVIR.
Con este panorama, la alta sensibilidad que es inherente a mí, lejos de ayudarme, acentuaba las cosas. Pero, afortunadamente, la vida es muy sabia y te pone en continuas situaciones y las veces que haga falta para que aprendas y llegues a ser tú, como quiera que seas.
Y llegó el momento, la causa me parecía muy importante y allá que fui.
¿Que ha significado para mí ser voluntaria?
- Salir de mí, encontrarte con el otro, encontrarme en el otro
- Entender que todos somos parte del problema y de la solución
- Conocer mucho más sobre salud mental y poder explicar a los demás
- Desarrollar la creatividad
- Poder transmitir mi sensibilidad en positivo
- Valorar la diversidad
- Ser más tolerante conmigo y con los demás
- Enfrentarme a mis miedos (a algunos, estoy en proceso)
- Sentirme viva, despierta
- Reconocer que todos somos iguales, que soy como tú.
Recibes mucho más de lo que das, y la satisfacción de saber que has podido contribuir a que algún alma despierte y gire el rumbo, o ayudar a izar sus velas en la tempestad, es de un valor inestimable.
Una voluntaria agradecida.