Ana Isabel Montalbán, psicóloga general sanitaria y activista en Fundación SOYCOMOTU y Mª Nieves M. Hidalgo, doctora en psicología y activista en salud mental.
En relación a la polémica que ha generado la pregunta 84 del examen de acceso al MIR, pensamos que muchos profesionales se han dado por aludidos, asumiendo que quien redactó la pregunta hablaba sobre un médico de Atención Primaria como los de la especialidad de medicina de familia ya que hace referencia a que es un médico con cupo de pacientes. Todo ello, creemos, porque estos médicos tienen un descontento de base, totalmente justificado, con el trato que reciben por parte del sistema sanitario. Y es cierto, que el sistema ejerce presión sobre ellos y debería dársele más visibilidad a este tema, poniendo en valor, por un lado, la importancia de su trabajo ya que deben diagnosticar y tratar los casos clínicos que les llegan y derivar a otros especialistas a personas con problemas de salud física y mental más específicos, y, por otro, que deben de tener más tiempo para cada consulta y un menor número de pacientes. Es decir, que la atención primaria debería contar con mayor presupuesto y mayor número de profesionales para poder trabajar con salud y atender debidamente a los pacientes.
Una de las hipótesis a esta reacción de los médicos que han llegado a pedir explicaciones al Ministerio de Sanidad puede ser la derivada del propio autoestigma, ya que, por un lado, estos profesionales que se han visto infravalorados por la administración pública y por sus propios compañeros, pueden haber interiorizado las creencias irracionales existentes en otros especialistas respecto a ellos y, por otro, el estigma, maltrato y violencia institucional al que se ven sometidos, día tras día, en su trabajo (elevada presión asistencial por falta de recursos).
Esta reacción de los profesionales de la salud es estigmatizante y humillante para el resto de los mortales, porque tener un problema de salud mental forma parte de la condición humana y no deberíamos avergonzarnos por ello. Si los médicos se ofenden por la pregunta nº 84 de las pruebas selectivas 2023 del examen MIR, en la que como respuesta correcta se debe contestar a uno de los 4 diferentes diagnósticos de salud mental de un médico, están diciendo a la ciudadanía que ellos no pueden tener este tipo de malestares, y que es algo vergonzante padecerlos.
En lo que sí estamos de acuerdo es en que una de las opciones de las 4 posibles respuestas debería haber sido la realidad que padecen los médicos de familia: el síndrome de burnout derivado de la situación de precariedad instaurada desde hace años, pero entonces la hubieran acertado todos, porque es más que probable que el desencadenante de la sintomatología que presenta este supuesto médico de 50 años, sea el estrés laboral con el que viven este tipo de especialistas.
Pensamos que lo que realmente refleja esta reacción, tan mediática e inmediata a la pregunta 84, es el estigma asociado a la salud mental, porque debemos recordar que tener un trastorno mental o una neurodiversidad no es una ofensa, ni un insulto. Según la OMS, 1 de cada 4 personas presenta o presentará a lo largo de su vida un problema de salud mental y el estigma es la principal barrera en la búsqueda de ayuda, por este motivo, deberíamos ser más cuidadosos a la hora de hablar de salud mental y no hacerlo desde una perspectiva estigmatizante.
De hecho, el estigma sobre la salud mental también existe dentro de la profesión médica. Hasta el punto de que los propios profesionales prefieren ocultar sus problemas ante el rechazo que intuyen recibirán por parte de sus compañeros, retrasar el acceso al tratamiento psicológico/psicofarmacológico, incrementando de este modo el malestar psíquico, el autoestigma y sentimientos como la culpa o la vergüenza.
Está claro que los médicos de familia se sienten saturados y tienen quejas por cómo se les trata dentro del sistema, pero impugnar una pregunta del examen MIR no es la mejor forma de ponerlo de manifiesto ya que se producen daños colaterales a personas con diagnóstico en salud mental.
Tener un problema de salud mental no es sinónimo de no desempeñar bien tu trabajo, como muchas personas parecen pensar. Hay miles de profesionales estupendos, bien formados, con empatía y con una capacidad asombrosa de trabajo que, además de luchar por ser funcionales dentro del sistema, también luchan en silencio contra la enfermedad mental y la invisibilización a la que están sometidos.
No sabemos si quizás ha sido una reacción a modo de autoprotección de la figura del médico o que tal vez se esconde cierta soberbia tras el pensamiento de que el médico ha de estar por encima de los problemas psicológicos y psiquiátricos, porque estamos seguras de que si en lugar de un trastorno mental, en la pregunta 84 del examen MIR se hubiera indicado que el médico desarrolla hipertensión o síntomas respiratorios, y entre las opciones de respuesta solo se hubieran aportado posibles enfermedades físicas, no se hubiera generado tanto revuelo.
En nuestra opinión, la pregunta en ningún momento está responsabilizando al médico de los problemas en la sanidad y el maremoto mediático que se ha montado en torno a este tema no hace más que confirmar lo necesaria que es la lucha contra el estigma y la influencia de los prejuicios negativos en materia de salud mental.
5 Comments
Mireya Martínez Fernández
Magnífico. Se puede decir más alto pero no más claro. Excelente reflexión de ambas. Entendible que desde fuera de la profesión médica sea más evidente el Estigma ante este revuelo mediático por una simple pregunta Mir.
Mª Nieves Martínez Hidalgo
Gracias, Mireya por leer y compartir este artículo desde esa mirada del activismo en salud mental que lucha contra el estigma y el autoestigma.
Consuelo Ariza Copado
Muy buena valoración de lo ocurrido respecto a la supresión de la pregunta del Mir, donde se refleja la posibilidad de que un médico que se esfuerza al máximo en su trabajo, pueda presentar un problema de salud mental. Realmente creo que lo q más ha influido en ello es el estigma de los profesionales sanitarios para reconocer los problemas de salud mental en primera persona.
Mª Nieves Martínez Hidalgo
Gracias Chelo por tus aportaciones.
Según un estudio de Muñoz et. al (2009) realizado en la Comunidad de Madrid, son los profesionales de la salud los que presentan la media de estigma más elevada hacia las personas con problemas de salud mental. Es lógico también, porque ni a los médicos ni a los psicólogos se nos ha formado en salud mental desde una perspectiva antiestigma, carecemos de herramientas para intervenir y acompañar a personas en crisis, no sabemos cómo comunicar un diagnostico intentando ser empáticos y realistas a la vez, sin generar desesperanza en personas con malestar psíquico y en familiares y allegados. Necesitamos más formación y compartir con personas con trastorno mental grave desde un plano de horizontalidad cuáles son sus impresiones acerca de la atención sanitaria recibida y planes de mejora de dicha atención.
consuelo Ariza Copado
Eso q dices es muy interesante, deberíamos realizar una encuesta a pacientes q salen de las consultas de salud mental sobre grado de empatía y valoración del estigma de su médico, psicólogo o trabajador social, a la salida de las consultas