Por Andrés Muñoz Martínez
Monitor del Taller de Teatro
Voluntario de la Fundación SoyComotu
Hacía una tarde espléndida, llegamos todos los componentes de Teatro con cinco minutos de antelación al majestuoso Cuartel de Artillería. Yo me encontraba muy tranquilo y relajado, tenía la intuición de que iba a salir todo redondo; Virginia, monitora de Arte y yo, de Teatro, habíamos preparado con mucho mimo esta sesión de interacción entre ambos talleres.
Rompimos el hielo con un ejercicio de presentación que generó un ambiente de expectación; colocados todos en círculo, hicimos unas rondas de presentaciones muy curiosas, que lograron que los participantes fueran saliendo de sí mismos, riéndose y perdiendo el miedo a expresarse en público.
Conforme iba avanzando la sesión, en su inicio teatral, pude comprobar que los ejercicios planteados hacían que se creara un clima de complicidad, de calidez entre todos, de repente estábamos en el mismo barco, compartiendo y jugando, y al mismo tiempo disfrutando de los otros, de estar en conjunto.
El clima de la interacción fue caldeándose en el proceso de transformación realizado para convertirnos en el cuadro de “Las Meninas” de Velázquez, maravillosamente representado por los alumnos y llegó a su cénit con el ambiente recreado del cuadro “Los fusilamientos del 3 de mayo” de Francisco de Goya y Lucientes. Totalmente a oscuras, alumbrados únicamente por un pequeño foco de luz, parecía que nos hallábamos en aquel momento de la historia española, casi sin darnos cuenta, en apenas unos minutos habíamos retrocedido más de doscientos años.
Continuamos la sesión de interacción, deleitándonos con el famoso y trágico cuadro de Edvard Munch “El grito”, pintando de forma deliciosa el fondo de éste significativo cuadro con témperas de diferentes colores.
Acabamos jugando al divertido juego de “La Piña” en el que los gestos y las formas cobran sentido a través de la imitación.
Nos marchamos contentos y felices, dándonos cuenta de que a través del juego y de compartir aficiones comunes, se puede pasar una tarde maravillosa, llena de pequeños detalles y recuerdos que se quedarán grabados en la mente y el corazón de cada uno de nosotros.