Por José Cuenca
Participante del Taller de Literatura de la Fundación SoyComotu .
Después de unas semanas compartiendo con los compis, datos, chascarrillos y demás, sobre los escritores Hemingway, Gertrude Stein y compañía, ¡por fin llegó el gran día!; ¡Íbamos a grabar un programa de radio!
Sábado, 10:00h, cafetería del pabellón de deportes, última reunión del equipo “Generación perdeu”. Con nuestros correspondientes zumos de naranja, y café con leche, empezamos la tertulia. Mikel nos propuso un primer ensayo allí en la cafetería, ante las atentas miradas que habían en las mesas de al lado de trabajadores que almorzaban al más puro estilo “Bud Spencer, o Algarrobo”. No lo dudamos, y decidimos hacerlo…pero en la biblioteca. El ensayo fue bien, quedó todo preparado para la grabación final, que sería a las 16.00 de la tarde.
Mismo sábado, 15.45h, aparco el coche, y unos segundos antes de bajar de él, como si fuera un torero antes de salir al ruedo… ¡¡ME DESEÉ SUERTE!!. ¡Llegó la hora! Allí estábamos todos, ¡el equipo “Generación perdeu” era una piña!. Habíamos logrado lo más importante: estar unidos, sentirnos uno, eso me daba la confianza de que nada podía salir mal. Preparamos nuestras gargantas con unos caramelos de miel y melisa, y… ¡al micrófono!
3,2,1, ¡EMPEZAMOS!….Bueno, bueno, bueno, ¡qué emoción!, ¡qué nervios! Primero fue el turno de mis compañeros, ellos hablaban, mientras yo escuchaba expectante. Poco a poco los iba notando más relajados y naturales. Mi turno vendría enseguida, tenía un pequeño nudo en la garganta, y algo de tos… ¡el caramelo no me hizo efecto!.
¡Llegó mi turno! Cuando escuché mi nombre, junto con la primera pregunta, noté como el mundo se paraba, fueron milésimas de segundo aunque para mí fueron minutos, me dio tiempo a pensar muchas cosas, pero la más importante y la que me daría la tranquilidad fue que, pasara lo que pasara, lo más importante ya lo había conseguido. El buen clima que se logró con los compañeros, y el apoyo mutuo que sentía, dejaron en un segundo plano a otras cosas que me preocupaban, como la vergüenza, el miedo… Al final me quedé muy satisfecho, porque aunque no lo hicimos tan bien como Luis del Olmo, pude disfrutar con los compañeros del programa, y de toda la experiencia en general.
Quiero agradecer la oportunidad que me han dado, por vivir ésta experiencia que tanto me ha aportado a Mikel, Monitor del Taller de Literatura, y a mis compañeros, en especial a las dos Belenes, porque me he sentido muy bien a su lado; ¡da gusto trabajar y compartir proyectos con personas así!. Y al equipo de radio, también, ¡por supuesto!Muchas gracias por vuestro apoyo, ¡hicisteis que todo fuera más fácil de lo esperado para nosotros!.