Monitor del Taller de Cocina
Voluntario de la Fundación SoyComotu
Interacción Talleres Cocinay Fotografía
Al igual que en cualquier libro de cocina italiana que se precie siempre aparecerá la conocida ensalada Caprese, a base de Tomate, Mozzarella de Búfala y albahaca, el libro de recetas de la Fundación SoyComotu no podía dejar de incluir la receta para cocinar una buena y deliciosa interacción entre talleres. Ésta es para mí una receta muy especial, mi preferida entre todas las que se recogen en el capítulo #SoyComoTú de este libro. Una receta en la que hemos escogido los sabores de la Gastronomía y el Fotoperiodismo pero que podéis realizar con otros muchos personalizándola a vuestro gusto, dando rienda suelta a vuestra creatividad. De hecho, os recomiendo que probéis a introducir otros ingredientes divertidos como el Teatro, la Pintura, la Radio, la Informática o la Literatura. Veréis cómo os van a sorprender. Se trata de una receta perfecta para cocinar los viernes por la tarde o los domingos en buena compañía. Una receta que os hará aprender algo muy importante: también en la cocina y con la cámara de fotos en la mano…¡#SoycomoTú!.
Ingredientes:
– Una monitora de Fotoperiodismo llamada Sandra Huertas. No nos vale cualquier otra, tiene que ser Sandra por su auténtica vocación altruista y su actitud tan profesional y humana a la vez. Y por lo agradable y divertida que es, con momentos luminosos y desternillantes, que hacen muy divertida la tarea de trabajar en equipo a su lado.
Talleres Participación Social, Creatividad Y Salud Mental Fundación Cattell- Un monitor de Cocina. Al escribir estas líneas pierdo el norte sobre la frontera entre realidad y ficción, ya que en pocas recetas se da el fenómeno de que la misma persona es, a la vez, cocinero e ingrediente de la preparación. Importante es que, aunque neurótico y excesivamente perfeccionista, el monitor de Cocina le ponga voluntad a la tarea o al menos lo intente.
– Dos grupos de alumnos de los Talleres de la Fundación SoyComotu , con mucha pasión e ilusión por las materias que se imparten en sus respectivos talleres, en este caso Cocina y Fotoperiodismo.
– Un manojo de ideas frescas (las secas también valen pero hay que remojarlas durante dos semanas en un alcohol de alta graduación) acerca de la Gastroimagen, esto es, el arte de crear platos atractivamente visuales y fotografiarlos haciendo que se aprecie su belleza y suculencia.
– Un Aula de Cocina bien equipada. Recomiendo el Aula Gastronómica Raimundo González Frutos del Mercado de Verónicas en Murcia. La experiencia de cocinar en el Mercado es inolvidable. Tendréis a mano cualquier otro ingrediente gastronómico que os haga falta, desde el mejor pescado y las mejores verduras a las estupendas hamburguesas que vende el artista Paco Consuelo en su carnicería.
– Frutas variadas, espárragos, champiñones, huevos y demás materias primas necesarias para preparar los elementos gastronómicos de la interacción.
– El factor Osmótico. Este es el ingrediente fundamental de la receta, el alma de la preparación. Consiste en manifestar una actitud abierta de cooperación, de formar parte de la Tribu Osmótica del Programa #SoycomoTú estando dispuesto a enseñar aquello que tú sabes, y aprender aquello que los demás te pueden enseñar. Si no lo encontráis exactamente lo podéis sustituir por una mezcla, a partes iguales, de voluntad, humildad y generosidad.
Tiempo de preparación:
Talleres De Participación Social,Creatividad Y Salud Mental Fundación CattellDos o tres semanas de acciones preliminares y planificación, compra de algunos ingredientes la tarde anterior, dos horas intensas en la cocina la tarde el viernes de 18:00 a 20:00 y una semana de emplatado y presentación.
Elaboración paso a paso:
– Las dos o tres semanas previas al viernes que cocinemos la receta los monitores deben interaccionar intensamente poniendo en común ideas, hablando de lo divino y lo humano por los medios que fueren necesarios, cara a cara, whatsap, E-mail o teléfono. Como parte de esta interacción previa es necesario llevar a cabo alguna tormenta de ideas donde se pongan sobre la mesa preparaciones, ejercicios y demás acciones adecuadas para ser llevadas a cabo en el aula más tarde.
También es importante cocinar lo máximo posible en común, salir a comer y probar ingredientes nuevos, disfrutar. Cocinar, fotografiar, comer, hablar sobre comida, y reírse con todas estas tareas es lo más importante en esta etapa.
– La tarde antes es necesario ir a un mercado o supermercado con una lista de ingredientes y comprarlo todo. Si se nos olvida algo siempre podremos comprarlo a última hora en el Mercado de Verónicas o mandar a Adrián, Voluntario del Taller de Cocina, al Supermercado más cercano.
– Una hora antes de la interacción los monitores deben quedar para cargarlo todo en un coche y llevarlo al Aula Gastronómica del Mercado de Verónicas. Este paso es muy importante en la interacción y simplifica mucho la receta, sobre todo al que esto escribe.
– El viernes por la tarde que vayamos a cocinar la interacción, debemos dividir a los alumnos de los dos talleres en grupos heterogéneos y darles las instrucciones precisas para que elaboren los platos diseñados por los monitores y los fotografíen siguiendo los magistrales consejos de Sandra Huertas.
A continuación, y de modo simultáneo, debemos hacer lo siguiente:
Tortilla- Juntaremos a Encarna y Joaquín (Taller de Cocina), con Mónica y Malena (Taller de Fotoperiodismo). Los dos primeros elaborarán una rica tortilla de espárragos, champiñones y jamón, mientras las segundas documentarán toda la elaboración con sus cámaras fotográficas. Veréis cómo os gusta esta combinación de ingredientes tan pintoresca. Por un lado veréis como Encarna y Joaquín se compenetran a la perfección en la cocina, mostrando una gran actitud de compañerismo y afinidad personal. Una muestra de esta afinidad es que en algún momento los podréis escuchar discutiendo apasionadamente sobre grupos de música, un signo inequívoco de que son dos ingredientes que se entienden muy bien. De hecho, la excesiva timidez de Joaquín se ve equilibrada por la dulzura y sencillez de Encarna. Una combinación ganadora. Al igual que Mónica y Malena, extraordinariamente profesionales y colaborativas, se esforzarán por captar los mejores momentos de la preparación.
Macedonia- Del mismo modo, en la parte posterior del aula, mezclaremos a Adrián (Cocina) con Raquel y José Juan (Fotoperiodismo) con la misión de elaborar la macedonia de frutas más tropical y colorida que os podáis imaginar. Observaréis que esta parte del aula permanece más silenciosa que el resto porque la combinación de ingredientes es más tranquila. No en vano, a diferencia de la anterior, se trata de una de esas recetas Que no queman, como reza nuestro eslogan. Una receta fresca, y desenfadada, como los cocineros y fotógrafos que la ejecutan y a los que, si nos fijamos un poco, veremos pelar y cortar frutas con precisión, colocarlas artísticamente en los platos, aliñarlas con una increíble paleta de sabores tropicales, melaza, menta, y lima y tomar las mejores instantáneas siguiendo a rajatabla los sabios consejos de Sandra.
Trampantojo- La parte derecha del aula será el territorio del Trampantojo o trampa del ojo, un recurso provocador y atrevido donde nada es lo que parece. Tenía Sandra muchas ganas de introducir esta actividad y fue todo un éxito. “La Sandía que quería ser Ternera” fue el nombre que le dimos a una ensalada de Sandía y queso Feta que evocaba al Carpaccio, el mítico plato creado por un camarero en el Harry´s Bar de Venecia cuando una clienta le pidió una preparación con carne cruda. Un trampantojo es también el equipo de alumnos seleccionados para elaborar este plato. A los bromistas y alegres Alma y Jose (Cocina) se les une Cristina (Fotoperiodismo) formando una combinación arrolladora. Una combinación de contrastes, una unión de ingredientes dispares que no se anulan, sino que son sinérgicos. Sí, sinérgicos. El todo es más que la suma de las partes. La profesionalidad y serenidad de Cristina, junto con la alegría, la chispa y la simpatía de Alma y José dan como resultado un plato fresco, sorprendente y armonioso. Un plato que se vuelve, además, cautivador cuando la simpática y dicharachera Irene se une al equipo.
Melimató- En la parte izquierda del aula mezclaremos, a golpe de túrmix o al son del mortero, a Laura y Enrique (Cocina) con David e Inma (Fotoperiodismo). Juntos elaborarán un postre tradicional catalán, el mel i mató, una combinación de queso fresco, frutos secos, frutas rojas y miel que, más que un postre, es un medio para conocerse, para el intercambio osmótico. Tan osmótico que los fotógrafos cocinan y los cocineros hacen fotografías. Un intercambio total de roles, de experiencias, de confesiones y de intimidades. Será en esta receta donde veréis que salta la sorpresa y se cumple aquel importante lema del Chef Gusteau en la película “Ratatouille”: “Cualquiera puede cocinar”, o lo que es lo mismo, “los genios pueden surgir en cualquier lugar”. David, alumno de Sandra en el Taller de Fotoperiodismo, improvisa una presentación llena de belleza y de color. Una presentación con mucha sensibilidad y que revela un talento y un interés por la cocina que ni él mismo puede imaginar. Es este un claro ejemplo de ese concepto que ya acuñé hace un año aproximadamente: la inteligencia gastronómica. Que alguien que nunca ha cocinado elabore un plato con ese sentido estético y ese equilibrio de saboresva más allá de la mera casualidad. Es cosa del talento y la intuición del que atesora una enorme inteligencia gastronómica contenida y latente. Una Inteligencia Gastronómica deseando ser expresada y manifestada.
Sugerencias de presentación y maridaje:
Talleres De Participación Social, Creatividad Y Salud Mental Fundación CattellSe recomienda colocar todos los platos cocinados a lo largo de la tarde sobre una mesa amplia, fotografiarlos desde diferentes ángulos y, a continuación, ir probándolos uno a uno. No pueden faltar los platos, vasos y cubiertos de plásticos, así como una buena selección de refrescos.
Es necesario indicar que este es el momento más importante de la receta, donde hay que poner lo más importante: la alegría, el entusiasmo y la pasión. No os cortéis a la hora de dar vuestra opinión, siempre desde el respeto y la amabilidad. Hablad sobre comida, y sobre fotografía, compartid vuestras inquietudes, como hemos hecho Sandra y yo en todo este proceso. Es así como se enciende la chispa de la creatividad.
Quizá la conclusión más importante que nos pueda dejar esta interacción, como ese sabor que perdura en el paladar y que te sigue golpeando las papilas gustativas aún un rato después de haberlo comido, es el hecho de saber que la creatividad es un trabajo de equipo. Una tarea donde, al mismo tiempo que trabajamos con otros, nos ha de mover una ilusión muy concreta: la de encontrar la mejor versión de nosotros mismos. Que lo sepáis.