Por Cayetano Toledo, activista y docente del Programa de educación para la salud mental de Fundación SOYCOMOTÚ
“El 50% de los problemas de salud mental de los adultos se iniciaron antes de los 14 años y un 75% antes de los 18 años”
Como continuación al artículo publicado el 23 de febrero de 2025 titulado “Prevención y atención temprana en salud mental para niños y adolescentes”, quiero añadir, además del Programa Educativo en SM de la Fundación Soycomotú, otros programas y recursos para infanto-juvenil, puesto que no es suficiente con lo que se está haciendo actualmente, a la vista de los datos arriba expuestos. Es más que evidente que, si queremos frenar la proliferación de problemas de salud mental, debemos actuar en edades tempranas, no esperar a que se desarrollen y cronifiquen.
Para ello muchos expertos abogan desde hace años por la implantación de la asignatura de Inteligencia Emocional en los centros educativos, desde primaria hasta bachiller, implicando a los docentes, a la dirección de los centros e incluso a las familias, aunque esto último sea bastante difícil de conseguir. Debe ser un programa basado en la metodología de los creadores en 1990 de dicho término, John Mayer y Peter Salovey, con evidencia científica, tal como explica de manera muy amena en el libro “Inteligencia Emocional – Aprender a Gestionar las Emociones” Pablo Fernández Berrocal, catedrático de Psicología y director-fundador en 1996 del Laboratorio de Emociones y del Máster de Inteligencia Emocional de la Universidad de Málaga, y vicepresidente de la International Society for Emocional Inteligence.
Por otro lado, algo nuevo y muy interesante: un programa de educación socio-emocional denominado “Resiliencia y Curriculum Socio Emocional”, que en 2024 obtuvo el primer premio de la UE a las mejores prácticas en salud mental en promoción y prevención primaria (estudiantes de 13 a 18 años). Este programa, curiosamente, fue presentado el 16/11/2024 en las X Jornadas del Centro Psicoanalítico de Madrid – “Psicoanálisis: educación y salud mental” por el Dr. Miguel Ángel González Torres, bajo el título “Desarrollo de resiliencia en escolares de la población general en Bizkaia”, lo cual resulta paradójico pues está basado en la terapia dialéctico conductual (DBT), de Marsha Linehan, y se presenta en un foro psicoanalítico (algo así, a primera vista, como querer mezclar agua y aceite); pero resulta que en dicha intervención, sin proponérselo, también se trabajan aspectos y objetivos de la terapia focalizada en la transferencia (TFP), de Otto F. Kernberg, de base psicodinámica, tal como explica de forma brillante el Dr. González Torres, psiquiatra y psicoanalista, jefe de psiquiatría del Hospital de Basurto, profesor titular de la Universidad del País Vasco, etc., y vicepresidente del Centro Psicoanalítico de Madrid; a quien es un placer escucha en este vídeo:
https://www.youtube.com/watch?v=OqeER8VfHPk&t=53s
Como resumen, señalo que este programa no es una psicoterapia, aunque sea una adaptación de la DBT basada en sus principios: focalizar en la atención, tolerancia al malestar, regulación de las emociones y efectividad interpersonal; y está inspirado en uno de los principales referentes de la educación emocional, Carmel Cefai, de quien reseño 4 de sus planteamiento en “Enfoque sistémico integral de la salud mental y el bienestar en las escuelas de la UE”:
- Promoción de la salud mental, que sería un objetivo de aprendizaje clave obligatorio en la educación del siglo XXI. No podemos dejar esto más al albur de que surja la salud.
- Integrar la salud mental y el bienestar en los planes de estudio, incluyendo el curriculum socioemocional en la formación de los menores.
- Adaptar las mediciones de éxito escolar para priorizar la salud mental y el bienestar. No basta con sacar dieces en matemáticas.
- Adoptar un enfoque sistémico e integral de le la escuela.
Existen metaanálisis gigantescos que avalan la eficacia de esta intervención, que ha tenido muy buena acogida por todos quienes han participado, siendo uno de los comentarios más halagadores la queja de un alumno: “esto tenían que habérnoslo enseñado mucho antes”. Pueden encontrar más información en la Fundación OMIE; enlace al curso 2025-2026:
https://www.fundacionomie.org/formacion/resiliencia-y-curriculum-socio-emocional-copy-2/
En otro orden de cosas, los adolescentes necesitan contar con alguien de confianza a quien consultar en momentos de crisis, pues, como se decía en referido artículo anterior, la mitad de quienes creen tener o haber tenido un problema de salud mental no han pedido ayuda a nadie; por lo que sería bueno que conociesen los dos siguientes recursos, ambos basados igualmente en la terapia dialéctico conductual (DBT), que les podrían ser de gran utilidad en esos momentos de crisis, de autolesiones o ideaciones suicidas:
La web de “iFD Survive”: https://ifdsurvive.com/
La App de “CALMA”: https://www.appcalma.com/site/es/
Además, hace unos meses una ONG creó la web Bróders, https://www.broders.es/, que ofrece a los jóvenes una especie de taller sobre masculinidad, donde pueden consultar de forma anónima sobre cualquier cuestión que les preocupe sobre su estado anímico, sexo, relaciones, estética, éxito, etc. Está atendida por profesionales y pretende paliar los efectos de las masculinidades tóxicas y supremacistas que se difunden en las redes sociales, la manosfera, donde muchos jóvenes están aprendiendo patrones erróneos y perjudiciales de lo que es ser un hombre. Para más información, al margen de la propia web, pueden ver estos dos artículos:
En la Región de Murcia se están haciendo cosas al respecto por parte de las Consejerías de Salud, de Política Social y de Educación, como la publicación en abril-2022 de la “Guía de Prevención del Suicidio – Actuaciones en Centros Educativos” y en junio-2023 la “Guía de Cuidado y Promoción del Bienestar Emocional en Centros Educativos”, etc.; pero estos magníficos documentos son papel mojado, pues su aplicación queda supeditada a la capacidad, formación personal e interés de cada centro. Los docentes están saturados de trabajo y se les añaden estas responsabilidades, con lo cual no es de extrañar que se sientan “quemados” (síndrome de burnout); de hecho hay estudios que dicen que la emoción predominante en los docentes es la frustración y el estrés, lo cual no solo les perjudica a ellos, sino también y a sus alumnos.
Otro recurso de interés es el creado por El Ayuntamiento de Murcia con el Teléfono de la Esperanza, el Programa “Súmate”, destinado a jóvenes, padres y docentes, en los ámbitos familiar, educativo y social, con un teléfono 24 horas, 900107913, y un chat en la App “Conéctate social”: https://conectate.social/
Para finalizar, decir que los propios alumnos demandan formación en salud mental y herramientas para afrontar los problemas de la vida, que les proporciona la Fundación en los pocos centros donde puede llegar; es necesario formar en inteligencia emocional a los estudiantes para docentes e implementar la asignatura, y, sin ser excluyente, las consejerías y concejalías competentes se deberían interesar por referido programa de “Resiliencia y Curriculum Socio Emocional”, que tan buenos resultados está dando. Resulta evidente que hay que hacer algo más de lo que se está haciendo, pues, además del incremento de malestares y problemas de salud mental entre los jóvenes, según el Observatorio de la Exclusión Social de la Universidad de Murcia, somos la región con mayor tasa de abandono escolar temprano y somos la penúltima en inversión en educación por alumno. También estamos en el furgón de cola de la exclusión social (1/3 de la población) y somos líderes en pobreza infantil (*). Y todavía hay quien defiende que los determinantes sociales y la ausencia de educación en inteligencia emocional no influyen en el futuro de las personas y de su salud mental.