PEDRO CANO, CICERONE DEL TALLER “UN PASEO POR LA HISTORIA Y EL ARTE EN MURCIA”
Por María José Cárceles, artista y comisaria de exposiciones, monitora del Taller “Un paseo por la historia y el arte en Murcia” de Fundación SOYCOMOTÚ
El punto de encuentro de todas las personas que participan en el Taller “Un paseo por la historia y el arte en Murcia”, ha sido la puerta del Real Casino de Murcia, un lugar emblemático e imprescindible para visitar.
El casino de Murcia es una institución privada, pero está abierta al público en algunas de sus estancias, otras solo son para socios; por cierto, hay que pagar para entrar.
Fue declarado monumento histórico-artístico nacional en 1983, es un Bien de Interés Cultural (BIC), con la categoría de monumento y desde su rehabilitación en los años 2006 a 2009, el rey Juan Carlos I le concedió el título de Real.
Comenzamos nuestro recorrido por la historia del elegante inmueble que data de 1853 y su diseñador y arquitecto fue Pedro Cerdán. La fachada del casino es de estilo ecléctico con detalles modernistas. Su parte inferior está hecha con mármol rosa de Cehegín, en su lateral izquierdo hay un ammonite o la concha de un fósil. A ambos lados de la puerta principal hay dos salas acristaladas, se las conoce como peceras.
Al traspasar la puerta, hay una pequeña sala de exposiciones. También hay un vestíbulo neobarroco, se suben las tapizadas escaleras que nos dejan en el Patio Árabe, con estilo neonazarí, decorado con láminas de pan de oro. Bajo la bóveda de cristal hay una frase escrita en árabe “Nada más grande que Alá” que se repite por toda la pared.
Hemos tenido que parar nuestro recorrido por el casino porque Pedro Cano, pintor galardonado en 2022 con la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes, se encontraba en su exposición que fue inaugurada en septiembre de 2024, en la Sala Alta del Real Casino, y como la íbamos a visitar, cambiamos nuestro itinerario para encontrarnos con él. Esta es, en sus propias palabras, su exposición más íntima y la ha titulado “De un pueblo de Murcia”. Según ha comentado el propio artista, sus obras son el reflejo de los paisajes de su infancia y de las emociones que le provocan. En Blanca, su pueblo natal, se encuentra la raíz de todo lo que es como artista.
Nuestro encuentro con este pintor murciano fue muy interesante, nos hizo de cicerone y charló con todos nosotros, fueron unos momentos únicos. Concluimos, cómo no, haciéndonos fotos con él para tener un recuerdo de esta bonita y única experiencia.
Después, continuamos nuestra visita por el casino, entramos en el pasaje acristalado con salas a sus lados, la primera es la biblioteca (1913) de estilo inglés con libros antiguos. Le sigue el tocador de señoras, con un fresco del pintor Baldo en su techo que representa a la diosa Selene. En el otro lado del pasaje, está el Congresillo, un lugar donde se reunían los socios hombres influyentes de Murcia. Al lado está el salón de té, con un techo de escayola precioso.
Nos adentramos en el Salón de baile, estilo neobarroco de 1875, sus techos tienen pinturas en fresco, donde podemos ver alegorías sobre la poesía, música, pintura y arquitectura. En sus esquinas hay medallones con famosos murcianos como el Conde de Floridablanca, Salzillo, Villacis y Romea. Sus cortinas son de lujo, sus lámparas son de bronce con baño de oro con lagrimas de cristal de Bacarat, hechas en París en 1886.
Junto al salón de baile está el patio pompeyano (1893), neoclásico, con 14 columnas con capitel jónico, contiene una escultura de Venus de José Planes y otras esculturas; también hay una sala de billar profesional de 1890. Nuestra visita concluye con la visita al salón de armas, restaurante y fotos en el gran Ícaro realizado por Mariano Beltrán.
Desde la Fundación queremos agradecer la amabilidad de Pedro Cano en este encuentro.
Algunas de las fotografías realizadas durante la visita:
Los y las participantes disfrutaron y aprendieron a lo largo de la mañana del sábado todo sobre el Real Casino de Murcia y sobre la exposición de Pedro Cano, sita en la Sala Alta del CasinoBiblioteca (1913) de estilo inglés con libros antiguos, en la planta baja del CasinoSalón de baile, estilo neobarroco de 1875, un lujo poder disfrutar de esta estanciaMaría José, monitora del taller, todavía convaleciente, sentada en el Tocador de SeñorasTodos bajo las alas de esta hermosa escultura que representa a Ícaro, que como muchos hijos e hijas, aprendió a volar junto a su padre, pero hizo caso omiso al consejo que le dio y voló tan alto, que el sol derritió sus alas de cera.Pedro Cano, explica sus obras en la Sala Alta, emociones que lleva en su interior por las vivencias en su Blanca natalLos y las participantes del taller observan cómo Pedro Cano escribe unas letras para María José CárcelesPedro Cano fue muy amable durante todo el recorrido de su exposición
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