El mes de octubre es el Mes de Concienciación sobre el TDAH, Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad, un trastorno del neurodesarrollo que afecta principalmente a la capacidad del individuo para concentrarse, controlar sus impulsos y regular su nivel de actividad.
Los síntomas del TDAH no siempre son claros, como tampoco lo es el proceso para llegar a un diagnóstico, pues en numerosas ocasiones puede resultar complicada su evaluación y tratamiento. Sin embargo, tenemos herramientas para contribuir a ello.
Se estima que el TDAH tiene una prevalencia en España superior al 5%, con valores del 3 al 8% en la infancia y adolescencia. Asimismo, si no se recibe un tratamiento adecuado, el TDAH en adultos y niños puede causar graves problemas en las relaciones, escuela y trabajo.
Los diagnósticos de TDAH van en aumento, y es fundamental evaluar áreas sintomáticas específicas, como la atención, el funcionamiento ejecutivo y la memoria de trabajo; para de esta forma identificar y tratar tanto el trastorno en sí como los problemas comunes que lo circundan.
Desde la Fundación, Manuel Ruiz nos cuenta su experiencia en primera persona, tras ser diagnosticado de TDAH a los 7 años
“Mi adolescencia es mi cicatriz más grande. He tenido que luchar contra la etiqueta que se me puso desde pequeño y muchas veces te lo crees.”