Sin importarles si llovería o no, los voluntarios de la Fundación SoyComotu , sabían que tenían una importante misión que realizar en un día como el de ayer, en el que la ciudad de Murcia bullía de gente y alegría por las fiestas.
Equipados con las camisetas y monos del programa anual de talleres soycomotu, y con las mochilas cargadas de juegos, sueños e ilusión, partieron desde la sede de la Fundación para promocionar y dar difusión al programa de formación inclusiva. Ellos saben muy bien que sin apoyo social, sin trabajo, no hay recuperación o el proceso se dificulta con cantidad de barreras insalvables.
Los talleres del programa soycomotu constituyen un puente necesario entre el aislamiento social y la rehabilitación e inclusión social y laboral de las personas con problemas de salud mental.
En estos talleres uno siente que encaja, pierde el miedo a ser etiquetado como raro o diferente, comprueba que su condición o diversidad funcional es respetada. Todo ello conduce a una mayor confianza en sí mismo y en los demás. Se recupera la autoestima, la esperanza, y se llega a un mayor bienestar psico-socio-emocional que empodera y facilita dar un paso más allá del marco de la fundación: se vuelve a buscar trabajo, se reinician unos estudios abandonados.
La acogida por los ciudadanos y ciudadanas que iban a hacer sus compras, esperaban el desfile o se acercaban hasta el paseo del Malecón para disfrutar de una rica cena en los Huertos, fue excelente. Repartimos más de 1500 flyers con sus respectivas charlas sobre las motivaciones y los objetivos de los talleres.
Pero, ¿Por qué es tan importante lo que los voluntarios hicieron ayer? ¿Por qué era tan necesario su esfuerzo? Desde las 6 de la tarde hasta las 10 de la noche sensibilizando a los ciudadanos a pie de calle ¿Para qué? Si no cobran un sueldo, si no ganan nada con ello, ni un premio, ni un viaje a las Bahamas, ni puntos para mejorar sus calificaciones…
Se esforzaron porque saben de primera mano, -la mayor parte de ellos tienen experiencia en salud mental bien porque ellos mismos están en proceso de recuperación, bien, porque uno de sus padres tiene problemas de salud mental-, que sin una interacción social real entre personas con y sin problemas de salud mental, la recuperación y la inclusión social y laboral resulta en un proceso tortuoso con final delicado, y con grave riesgo de exclusión social.
Con esta acción conseguimos que el año pasado se pudieran llevar a cabo 8 talleres NO-SEGREGADOS, en los que participaron más de 200 personas con y sin problemas de salud en espacios públicos no sanitarios como la Biblioteca Regional o el Centro Cultural García Alix.
Esperamos que este año y con una mayor oferta (13 talleres diferentes) y habiendo ampliado el rango de edad para alguno de ellos a mayores de 12 años, la Fundación y sus voluntarios puedan dar cabida y facilitar los sueños e ilusiones de más de 200 participantes con y sin probemas de salud mental.
Les deseamos suerte y les damos nuestra enhorabuena!