Por Mª Nieves Martínez-Hidalgo
Doctora en Psicología
Psicóloga Especialista en Psicología Clínica
Es un placer poder compartir con todos vosotros la alegría y la emoción vividas antes, durante y después de mi intervención junto con Elena Lorenzo y el Dr.Juan José Regadera en las XXVI Jornadas Nacionales de la Asociación de Neuropsiquiatría (AEN). La calidad de las ponencias ha sido muy alta, la organización ha cuidado de todos los detalles y el broche de oro ha sido magnífico y muy especial, sobre todo para los representantes (Andalucía y Cataluña) de las Federaciones de Asociaciones de Salud Mental en Primera Persona, la Confederación Salud Mental España y la AEN que han firmado el Manifiesto de Cartagena por unos servicios de salud mental respetuosos y libres de coerción. La lectura del Manifiesto ha corrido a cargo de la psicóloga Doña Marifé Lozano, presidenta de la Asociación Murciana de Salud Mental, dato también a tener en cuenta por el respeto interprofesional.
El trabajo presentado por nuestro equipo de investigación ha sido valorado y algunos de los profesionales de la salud mental (psiquiatras y psicólogos de Murcia y de otras Comunidades: Madrid, Castilla-La Mancha, Galicia.) han mostrado interés en el proyecto realizado por la Fundación SoyComotu en colaboración con la UMU, profesor D.Juan José López, y gracias al apoyo del Centro de Salud Mental de San Andrés, sobre interacción e inclusión social.
El programa de talleres de participación social, cooperación, creatividad y salud mental en el que jóvenes y adolescentes con y sin problemas de salud mental participan y generan proyectos individuales y en grupo es un programa altamente saludable para todos: mejora el nivel de autoestima y disminuye el estigma, pero sobre todo disminuye considerablemente el autoestigma: las personas con problemas de salud mental mejoran su sentimiento de autoeficacia, recuperan la confianza en ellos mismos, en su capacidad creativa, en sus habilidades sociales, se dan cuenta de que son uno más, #soycomotu, participando y generando nuevos proyectos en el que todos colaboran para conseguir sus objetivos.
Una asistente a las jornadas me comentó: “Me parece muy bien que se impartan este tipo de talleres para ayudar a los enfermos mentales que necesitan abrirse más a la sociedad.”
Es cierto que este tipo de iniciativas son muy necesarias para todos, para las personas que tienen problemas de salud mental o enfermedad mental y para los que no los tienen. Aprender a convivir, a cooperar, a dar apoyo y comprensión es una tarea que nos enriquece y nos hace más humanos a todos.
Es necesario tener muy presente que la persona no es la enfermedad; la enfermedad es sólo una faceta de la vida; cada ser humano posee capacidades que, en muchas ocasiones están por descubrir, que incluso él mismo desconoce, por eso es importante cuidar el lenguaje, no poner etiquetas: no somos enfermos mentales, somos personas con una enfermedad o un problema de salud mental, con necesidades, con deseos, con fortalezas y debilidades, con ganas de divertirnos, de tener pareja, de aprender y desarrollar nuevas o viejas aficiones.
Importante: no poner límites a los proyectos, ni a los sueños. La recuperación social es posible y necesaria.