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Por Arturo Gómez

Voluntario y Participante del Taller de Radio Inclusiva de la Fundación SoyComotu

El pasado día 31 de Enero, tras estar más de un mes ausente en el taller de radio, nada me hacía más ilusión que volver a ver a compañeros y monitores a los que ya empezaba a echar de menos. Y qué mejor forma de regresar que con una salida. Habíamos sido invitados cordialmente a la grabación de un programa de televisión en el que participaba una compañera de nuestro taller, Andrea, que se desarrollaba en el instituto Ramón y Cajal como actividad propia del Módulo Superior de Realización  de Proyectos Audiovisuales y Espectáculos.

Nos reunimos con ella y, tras presentarnos a todo el equipo, Rosario y Noelia, alumnas del módulo y encargadas del atrezzo para este proyecto en cuestión, nos hicieron una visita guiada por el plató y las distintas zonas de grabación, además de explicarnos cómo trabajaban ellos por ahí. He de recalcar que el sitio parecía bastante más profesional de lo que me imaginaba, y me refiero a los decorados, cámaras, iluminación, efectos de sonido… ¡Esto no tenía ni punto de comparación con la profesionalidad de los estudiantes!

En primer lugar, pudimos apreciar cómo se grababa el programa, en el que, por cierto, la propia Andrea, nuestra compañera del taller de radio, era la protagonista.

Desde una posición privilegiada, justamente desde la parte de arriba que normalmente se reserva a los técnicos encargados de los focos pudimos disfrutar del espectáculo. Desde allí vimos tanto lo que se filmaba como todo lo que ocurría “detrás de las cámaras”, siendo esto último de lo que más se suele olvidar la gente cuando ve un programa de televisión, al no salir en escena, pero que requiere tanto o más esfuerzo que lo que pasa delante de la cámara.

A continuación, nos guiaron a otra sala igual de importante, la sala de control, donde una caterva de estudiantes se encargaba de cambiar los planos de cámara, poner los efectos especiales o de cortar el programa cuando fuera necesario. Me resultó bastante curioso el gran contraste entre el plató y esta sala, ya que en el primero había un absoluto silencio cuando se grababa pero, en cambio, cuando se cortaba, se movían las cámaras y las luces de forma ordenada, aunque siempre sin perder tiempo; mientras que, en la sala de control, se podía sentir la tensión en el ambiente de forma constante, que para los que no trabajamos allí parecía un perfecto caos, pero que en realidad era la forma que tenían ellos de funcionar.

Llegados a este punto, seguro que queréis saber de qué iba el cortometraje, ¿verdad?. Pues bien, quién mejor que el mismo director, Juan Meroño, para contárnoslo. Al acabar la grabación, como buenos reporteros del taller de radio que somos, pedimos a unos cuantos miembros del rodaje si podíamos entrevistarlos y aceptaron gustosamente. En la grabación, el director del mismo nos cuenta una anécdota personal para explicarnos cómo surgió la idea y, bueno, cómo acabaron haciéndola realidad.

También tuvimos el placer de entrevistar a dos de los cámaras, Enrique y Josemi; y a Luis, uno de los componentes de la mesa de realización, quienes nos contaron su experiencia personal durante la grabación; pero, además, y como sorpresa de última hora, tuvimos la oportunidad de conocer ¡al mismísimo profesor del aula!, José Luis Navarro, a quien tuve el honor de entrevistar. Nos contó cómo llegó a su situación actual y qué es lo que hay que saber tanto para dedicarse al mundo audiovisual como para dar clases sobre el mismo.

Terminadas las entrevistas, ya habíamos acabado con nuestra labor, por lo que, siendo ya de noche, nos despedimos y nos marchamos.

¡Estoy seguro de que mis compañeros estarán de acuerdo conmigo en que volveríamos a ver cualquiera de las obras maestras que sean capaces de hacer estos chicos en el futuro!.