PUENTES Nº0. Estigma y Salud Mental
El periódico Puentes fue lanzado como elemento de la performance ‘Visibilizando el estigma’, realizada el Día Mundial de la Salud Mental (Octubre, 2017) por el grupo de Activismo a pie de calle de Fundación SoyComotu (FCP).
La portada de este primer ejemplar del periódico Puentes está distorsionada. Con ello, el grupo de “Activismo a pie de calle” pretende simbolizar la invisibilidad del estigma asociado a los problemas de salud mental en la sociedad, en general, y en los medios de comunicación en particular.
Las raíces del estigma son profundas, nacen desde tiempos inmemoriales de la mezquindad humana, de luchas de poderes y de intereses creados, y son mantenidos por la “incultura”, el miedo a lo desconocido y el lenguaje estigmatizante utilizado por medios de comunicación sensacionalistas que aprovechan cualquier ocasión para asociar la enfermedad mental a la violencia, cuando, de forma paradójica e injusta, la violencia es ejercida directamente por las personas que discriminan y evitan la relación con otras simplemente porque éstas han sido categorizadas o etiquetadas con un diagnóstico en salud mental. Ejemplo de ello, cuando una persona es rechazada para un puesto de trabajo, como inquilino o para formar parte de un grupo de trabajo en clase por tener esta diversidad funcional.
La sociedad en la que “sobre/infravivimos” se halla inmersa en la cultura de la violencia que es ejercida, aunque de un modo menos visible, desde las instituciones (violencia estructural), también desde el arte, la ciencia, las leyes, la educación (violencia cultural o simbólica) cuya misión consiste en legitimar la violencia directa o estructural. Esta legitimación conlleva la internalización del estigma público por parte de las personas con problemas de salud mental que llegan a vivir el estigma (estereotipos, prejuicios y actitudes) como algo propio, algo que “merecen” por ser “diferentes”, “raros”, “conflictivos e impredecibles”, por no ajustarse al patrón normativo “capitalista”, según el cual si no produces no sirves (eres un “discapacitado”, “inútil”, “aprovechado”), y además puedes estar intentando “vivir del cuento”, mientras los demás trabajan de forma compulsiva. Este autoestigma genera un efecto devastador que lleva a pensar en “el para qué intentarlo” del que habla Corrigan en su modelo teórico. La falta de esperanza es la barrera que obstaculiza la recuperación. Y muchas veces, somos los propios profesionales de la salud los que la generamos con nuestra actitud distante y prepotente. Desde este “pedestal” también ejercemos violencia, alienando a las personas que, inhibiendo su derecho a decidir, se someten de forma “voluntaria” o involuntaria a tratamientos que no desean.
Con esta portada pretendemos plantear un reto. Su objetivo es que, poco a poco, seamos capaces de educar nuestra mirada y reconocer el estigma cuando lo tengamos delante en cualquiera de los posibles escenarios: consultas de especialistas, medios de comunicación, familia, centros educativos, empresa, justicia, entre otros.
Algunos de vosotros ya estáis familiarizados con la palabra estigma pero para otras muchas personas quizás esta sea la primera vez que la escuchan.
Cuando hablamos de estigma público o social, nos referimos a un “atributo profundamente desacreditador“, una etiqueta que una vez adjudicada genera una identidad social negativa que puede conllevar “la muerte o desaparición social”. Hace unas décadas sucedía con las personas que eran etiquetadas con el diagnóstico de SIDA. Los amigos, los compañeros, e incluso algunos miembros de la familia dejaban de contar con el estigmatizado. Miedo al contagio, miedo a ser visto en su compañía y ser evitado por el estigma de “cortesía”.
Cuando hablamos de estigma en salud mental estamos hablando de estereotipos, prejuicios y conductas discriminatorias hacia las personas que sufren problemas de salud mental.
El complejo proceso de estigmatización nos obliga a estar atentos ya que el estigma en salud mental está presente en instituciones sanitarias, en instituciones educativas, agentes del orden, medios de comunicación, en nuestros entornos laborales, en nuestras familias e, incluso, en nosotros mismos. Las consecuencias del estigma son bastante graves, traduciéndose en discriminación en el acceso a la vivienda, al empleo, a relaciones sociales como pareja o redes sociales y en servicios sanitarios y sociales. Otra de las graves consecuencias del estigma es el autoestigma que conlleva para la persona con diversidad en salud mental sentimientos de vergüenza, desmoralización y disminución de la autoestima, favoreciendo el aislamiento social y dificultando la petición de ayuda social y profesional, hecho que genera el agravamiento de la sintomatología de la enfermedad.
Tenemos en nuestras manos, la posibilidad de realizar acciones que dejen de perpetuar el estigma en salud mental y evitar la discriminación y el sufrimiento que lleva asociado.
En las páginas 2 y 3 de Puentes, encontrarás noticias que lo son porque han sido consideradas por el equipo editorial como acciones denunciables ocurridas en la región de Murcia por la violencia ejercida contra una persona con problemas de salud mental, en un caso por la guardia civil, y en otro, y por increíble que parezca, por el equipo directivo de una asociación de familiares y personas con enfermedad mental.
En las secciones siguientes, han sido publicados distintos artículos de opinión sobre noticias destacadas, tanto a nivel nacional como internacional: suicidio, maltrato escolar o bullying.
En las páginas centrales de este diario podéis leer la entrevista realizada a Allen Frances, catedrático de psiquiatría y director del Manual de diagnóstico de los trastornos mentales (DSM), publicada por el País. En esta entrevista, se pone de relieve temas tan importantes y de actualidad como el exceso de medicalización y de etiquetaje diagnóstico. La cultura hedonista en la que vivimos nos lleva a maquillar doblemente el dolor psíquico: por un lado, aliviándolo, y, por otro, facilitando su ocultación. Una ilustración de Miss Regadera conduce también al debate y reflexión sobre el tema.
Bajo el epígrafe Segunda Piel, aparecen cinco testimonios de activistas que comunican parte del sufrimiento, callado y encerrado, derivado del estigma asociado a sus problemas de salud mental: Arrestado por la resta, El peso de las circunstancias. La humildad en el proceso terapéutico, Parte de mi vida, y el poema homónimo.
En las páginas 6 y 7, se abre la sección deportistas contra el estigma con testimonios de algunos de los más representativos en el panorama de actualidad.
La programación SaludableMente, los Estrenos Recomendados y la programación de artes escénicas e inclusión social, nos acerca a películas, documentales de interés y talleres ofrecidos por distintas asociaciones y teatros locales y nacionales.
El guiño al horóscopo saludable con orientaciones para cuidar la salud mental y el crucigrama saludable ponen el cierre a estas páginas de “entretenimiento o pasatiempos” de reflexión divertida.
Si detectas una imagen, anuncio publicitario o noticia estigmatizante, puedes colaborar con nosotros en la lucha contra el estigma hacia las personas con problemas de salud mental. Hazle una fotografía y envíala por WhatsApp al número 682 170 282 para que podamos denunciarlo a través de PUENTES. También a través del correo info@fundacionsoycomotu.org Enviad vuestras cartas a esta dirección. En asunto poner: Cartas a la directora.