Desde el año 1993, cada 12 de mayo se celebra el Día Mundial de la Fibromialgia y del Síndrome de la Fatiga Crónica, coincidiendo con el natalicio de Florence Nightingale, enfermera que quedó postrada en su cama durante 50 años a causa de esta enfermedad. Con motivo de este día, nuestra compañera, voluntaria y activista, Chiqui Navarro ha querido publicar un testimonio como persona que vive con esta enfermedad crónica.
Hoy es el día mundial de la fibromialgia y no sé cuántas veces me han preguntado qué es eso.
La fibromialgia para mi no es sólo una enfermedad es un modo diferente que tiene tu cuerpo de funcionar. Después de tener tantos años esta enfermedad en que todo te duele, todo te cansa, el sistema nervioso no responde y enfermedades como colón irritable, migrañas, osteocondritis y alguna más sé suben al carro de tu dolor, he llegado a la conclusión que para mí es como si, además de tu mente, tu cuerpo entrara en la mayor de las depresiones. Un cuerpo que no quiere hacer nada y no le encuentra sentido a seguir viviendo si no funciona y sólo causa y siente dolor. Cuando le obligan a moverse y cada paso es un sufrimiento infinito y cada vez que vas al médico ya encuentran esta excusa como causa para todos tus síntomas.
Y los demás no lo ven, porque la fibromialgia, al igual que la depresión, es invisible. Aparentas estar bien pero, en el fondo, quieres morir para dejar de sufrir y de hacer sufrir a los que te quieren. La gente te ve bien, en una de las miradas más crueles y discriminatorias que hay. Por eso dejamos de salir, de relacionarnos, porque ya no tienes ganas de dar explicaciones, de dar pena, y ,mucho menos, de explicar a quien no quiere entender.
Por este motivo, pediría a las personas que estén leyendo estas palabras, que si piensas que la fibromialgia no existe, que es una invención para conseguir una baja laboral, si no te apetece o no quieres entender, lo mejor que puedes hacer es alejarte y no decir nada. Es respetable e incluso más adecuado para nosotros.
Sólo quiero concienciar a todas aquellas personas que no puedan abrir su mente y no sean capaces de empatizar que es mejor que no opinen, ni critiquen, ni den consejos a la ligera o nos digan “si quieres, puedes”, mejor no estar. Y a todos las que si están quiero decirles, gracias por existir y respetar.